Un fármaco que se dirige específicamente a las células del cáncer que no se dividen, las denominadas «células dormidas del cáncer», podría suponer un paso enorme en el tratamiento del cáncer de colon. Dichas células, asegura un equipo de investigadores del Instituto Karolinska y la Universidad de Uppsala, en Suecia, son las más resistentes a los tratamientos con quimioterapia, lo que dificulta la eliminación de los tumores.
Los resultados pueden ayudar en el desarrollo de estrategias similares para tratar el cáncer de colon en seres humanos y abren el camino para probar el compuesto, VLX600, en el cáncer de colon.
El estudio que se publica en «Nature Communications», presenta los primeros datos de este nuevo fármaco, que elimina de forma selectiva las «células dormidas del cáncer» matándolas de hambre.
Las células quiescentes o «durmientes» se encuentran en las regiones poco vascularizadas y pobres en nutrientes de los tumores sólidos. Se sabe que en los tumores sólidos de más de unos pocos milímetros hay una falta de oxígeno y nutrientes debido a crecimiento insuficiente de los vasos de sangre insuficiente.
Esto hace que las células cancerosas se posicionen en un estado de latencia. Sin embargo, después del tratamiento comienzan a dividirse y hacen que los tumores crezcan. Y dicho fenómeno contribuye a la resistencia del tumor tanto a la radio como a la quimioterapia.
Las células durmientes son incapaces de compensar la deficiencia en la producción de energía mitocondrial
Ahora los investigadores han visto que estas células cancerosas, pobres en oxígeno y nutrientes, Lasl. «Hemos identificado una molécula -VLX600-, que en distintos modelos «in vitro» e «in vivo» ha demostrado ser eficaz contra las células del cáncer de colon latentes, que son muy difíciles de tratar», explica Stig Linder, autor del estudio.
Lo que han hecho los científicos es matar de hambre a las células para que se mueran. VLX600 es un inhibidor de la respiración mitocondrial y en el estudio los investigadores han visto que, «debido a que las células cancerosas latentes tienen una limitada capacidad para compensar la disminución de la función mitocondrial, terminan por morirse de hambre», detalla Linder.